Consiste en conseguir que tu compañero ya sea por su edad o por alguna patología ortopédica o neurológica pueda recuperarse y mejorar su calidad de vida.
¿Somos veterinarios?
Por supuesto. Los rehabilitadores somos veterinarios especializados con grandes conocimientos de anatomía, fisiología, traumatología y neurología.
¿En qué consiste?
Las sesiones habitualmente son de una hora. Previa a una sesión, se realiza una valoración completa de tu animal donde se establece el tratamiento individualizado según el caso.
Durante esa hora, si es necesario, se aplicará analgesia y se tratará la inflamación tanto con máquinas como pueden ser láser y magnetoterapia así como con masajes y estiramientos.
Por otro lado, en el caso de que esté aconsejado, se realizarán ejercicios para mejorar la biomecánica de tu animal, es decir su movimiento.
¿Por qué a domicilio?
Piensa que no todos los animales van a tener la capacidad de poder desplazarse hasta un centro ya sea por fracturas, hernias, vejez o dolor.
Por otro lado, es lo mejor para tu animal, evitas que llegue cansado a la sesión, estímulos externos que puedan disminuir la concentración del animal y no reduces el efecto de lo aplicado al tener que someterle a un transporte.
Te cuento un caso…
Duque es un pastor belga de 7 años que un día en el parque terminó por romperse el ligamento cruzado de su pata trasera izquierda. Se le operó pero al tiempo mostraba dolor en ese miembro. El caso era aún más complicado ya que desde pequeño sufría de las caderas.
Con rehabilitación, conseguimos que Duque no tuviera dolor sin tener que recurrir a medicación, recuperamos gran movilidad y mejoramos su masa muscular.
Hoy en día, es un perro feliz, con gran actividad en su día a día y que puede jugar en el parque sin sentir dolor.
