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Salud

Dolor, irritabilidad y nutrición en perros y gatos

El dolor, ya sea agudo o crónico, puede provocar que nuestros peludos estén más ansiosos o irritables de lo habitual. ¿Sabes por qué sucede esto y cómo podemos abordarlo? Te explico cómo el cerebro procesa el dolor, qué implica para nuestras mascotas y los errores más comunes que cometemos al intentar solucionarlo.

1. Dolor e irritabilidad: ¿cómo se relacionan?

El circuito corticolímbico (CLC) es el encargado de procesar el estrés, la toma de decisiones, la regulación emocional y la memoria. Curiosamente, también es el centro que procesa el dolor, lo que explica por qué este puede cronificarse.

Cuando el estrés y el dolor se procesan en el mismo lugar, ambos se agravan mutuamente, formando un círculo vicioso que puede afectar seriamente la calidad de vida de nuestras mascotas.


2. Dolor: las emociones que desencadena

El dolor aumenta sensaciones como el miedo y la ansiedad, además de desencadenar comportamientos de aislamiento, evitación, inhibición o sumisión. Aunque estos comportamientos pueden parecer desconfianza hacia el tutor, en realidad son mecanismos de protección profundamente arraigados en el cerebro de los animales.

Cuando el aislamiento no alivia el dolor, puede surgir frustración, intensificando las conductas anteriores e incluso llevando a reacciones defensivas agresivas. Además, el dolor puede alterar la capacidad de aprendizaje, haciendo que los animales asocien estímulos neutros con la causa de su malestar, aumentando así sus respuestas negativas.

Si, además, el dolor interfiere con el sueño, estos efectos se agravan considerablemente.


3. ¿Cómo podemos ayudarles?

El manejo del dolor crónico es complejo y requiere abordar varias áreas al mismo tiempo. Aquí tienes algunos consejos prácticos:

Atender la causa del dolor: Siempre que sea posible, trata de solucionar el origen del dolor o, al menos, aliviarlo con medicación adecuada.
Gestionar las emociones: Minimiza las experiencias negativas de tu mascota y fomenta momentos positivos.
Suplementos para el equilibrio emocional: Opciones como la ashwagandha, L-teanina o GABA pueden ser de gran ayuda.
Evita un error común: No te centres solo en regular las emociones.


4. Suplementos para controlar el dolor

Aunque regular las emociones es importante, el dolor debe tratarse también de forma directa. Algunas opciones útiles incluyen:

Aceite de CBD: Ideal para ciertos tipos de dolor, siempre que no existan problemas hepáticos o renales.
Suplementos antiinflamatorios:

  • Aceite de lino y pescado

  • Cúrcuma

  • Boswellia serrata


5. Recursos adicionales: dolor crónico en gatos

Si quieres aprender más, la American Association of Feline Practitioners (AAFP) ofrece una guía gratuita sobre el dolor crónico. Aunque está dirigida a gatos, muchas recomendaciones pueden aplicarse también a perros.

[Descargar guía gratuita]


6. Busca apoyo profesional

El dolor crónico tiene muchas facetas, y tratarlo eficazmente requiere un enfoque multidisciplinar. Profesionales como rehabilitadores y nutricionistas veterinarios pueden ser clave para mejorar la base de salud de tu mascota, reduciendo el dolor y minimizando el uso de medicamentos.

Como especialista en nutrición animal, estoy aquí para ayudarte. Desde mi graduación en 2020, me he formado en nutrición natural y alimentación funcional, acumulando experiencia para ofrecer soluciones personalizadas. A través de la dieta diaria de tu mascota, podemos trabajar juntos para controlar su enfermedad y mejorar su calidad de vida.

Si necesitas apoyo, aquí tienes un enlace a mis servicios.

¡Estaré encantada de ayudarte!