Argos era el nombre del perro de Ulises, el único que lo reconoció al regresar a Ítaca tras su larga odisea de veinte años.
Con astucia, olfateó y se dio cuenta de inmediato de la presencia de su amo.
En la Clínica Veterinaria Argos, comenzamos nuestra actividad el 9 de septiembre de 1996, con la ilusión de hacer lo que más nos apasiona: cuidar a los animales de compañía y ofrecer a nuestros clientes todos los servicios que necesitan.